sábado, 11 de septiembre de 2010

Deshazte de los objetos inútiles

Lo que tenemos a nuestro alrededor, en nuestro entorno más inmediato, suele ser un reflejo de lo que tenemos en la cabeza. Si albergamos objetos inútiles en nuestra casa, seguramente tenemos rondando por nuestra cabeza muchos pensamientos que nos están estorbando, ideas que nos bloquean, pequeños (o grandes) conflictos que nos impiden progresar en nuestra vida.

Puede parecerte en principio algo trivial, pero te puedo asegurar que el hecho de deshacerse de los objetos inútiles tiene un efecto positivo muy poderoso a nivel mental.

Si piensas ahora mismo en poner patas arriba toda tu casa y ver lo que te sirve o no te sirve, te parecerá un mundo, y seguramente encontrarás cualquier excusa para no hacerlo. Te propongo hacer algo mucho más fácil. Será el primer paso para empezar a “limpiar” tu entorno:

  1. Selecciona un lugar pequeño dentro de tu casa donde tengas objetos guardados. Puedes elegir por ejemplo un cajón de la mesita de noche, una balda de una estantería o un rincón donde tengas objetos acumulados. Es importante que sea pequeño y que no contenga muchos objetos.
  2. Vacía completamente ese lugar y pon todos los objetos que allí hubiera sobre una mesa, agrupados a tu izquierda.
  3. Ahora ve cogiendo uno a uno cada objeto y decide qué hacer con él. Es muy importante no coger más de un objeto al mismo tiempo. Hazte la siguiente pregunta: ¿he usado este objeto en el último año? Si la respuesta es NO deberías deshacerte de él: tirarlo, venderlo o donarlo. Serían una excepción las garantías de los aparatos, los resguardos de la declaración de la renta, etc. pero de eso nos ocuparemos en otro post. Si te parece que el límite de un año sin utilizar un objeto es demasiado corto, puedes utilizar un límite de dos o de tres años. Pero ten en cuenta que la próxima vez que vayas a ordenar, te vas a encontrar ese objeto de nuevo.
  4. En ajedrez, cuando se toca una pieza hay que moverla, no nos podemos echar atrás y elegir otra pieza. Ahora igual. Si cogemos un objeto del montón que tenemos a nuestra izquierda es muy importante no volverlo a colocar otra vez en el mismo montón y elegir otro objeto. Hay que tomar una decisión y colocarlo en el correspondiente montón a nuestra derecha.
  5. Al final, cuando hayas decidido qué hacer con todos los objetos, no quedará ninguno a tu izquierda y tendrás dos montones a tu derecha. Un montón contendrá los objetos que has decidido conservar y el otro, todos esos objetos de los que te vas a deshacer.
  6. Coloca los objetos “útiles” de nuevo en su lugar. Verás que ahora esa zona está más despejada. Deshazte cuanto antes de los objetos “inútiles”. Véndelos o dáselos a alguien, puede que a otra persona les sirva. Si no sirven para nada, tíralos directamente, no te arrepentirás.
  7. Felicítate por haber ordenado una pequeña zona de tu espacio vital. Tómate una copa de vino, escucha uno de tus temas favoritos o haz algo, por pequeño que sea, para recompensarte.
Puedes seguir despejando de objetos que no usas otro cajón, o una zona un poco más grande, como el maletero del coche o el trastero. Antes de que te des cuenta, habrás eliminado de tu casa todo lo que no te sirve. Las cosas inútiles no te estarán quitando espacio, habrás ganado espacio para ti y para las cosas que realmente usas y valoras.

2 comentarios:

  1. Hola, es la primera ves que escribo en tu blog. Agradezco tu esfuerzo por ayudar a personas que estamos saliendo del circulo "compradoras compulsivas" al minimalismo. Cuentas desde ya con un lector habitual.

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